¿Qué pasa si me quedé sin trabajo, pero estoy seguro de que no fue mi culpa? Si sientes que eres víctima de un despido injustificado, pero no tienes seguridad en el tema, aquí te lo explicamos todo con mayor detalle.
¿Te quedaste sin trabajo?
Los despidos injustificados son nuestra especialidad.
Sobre el despido injustificado
La relación entre un empleado, obrero o trabajador está unida a su jefe, que puede ser una persona o una empresa, por un contrato. Este documento incluye las condiciones de trabajo entre ambas partes involucradas, y solo puede ser anulado cuando ocurre algo que justifique su rompimiento.
Por ejemplo, cuando dos personas deciden salir y ser pareja, suelen hablar sobre aquellas situaciones que los incomodarían o harían que la confianza y el amor desaparezca. Si alguna de ellas ocurre, tendría sentido y estaría justificada la ruptura. Las relaciones entre las empresas y sus empleados funcionan de la misma manera. Pero, todo esto se encuentra escrito en papel, que a su vez está respaldado por la ley laboral de cada país.
No obstante, en ocasiones sucede que no hay una razón válida para despedir a un trabajador, y aun así ocurre. Esto es lo que se conoce como despido injustificado, y es más común de lo que se imagina, siendo difícil de demostrar en muchos casos.
¿Cuáles son los causales del despido injustificado?
Las causales de despido injustificado son aquellas razones no válidas por las que tu jefe puede despedirte, pero que no se encuentran respaldadas por la ley. Entre ellas podemos mencionar el despido por discriminación, por represalia, por falta de dinero para pagar sueldos o por lactancia y embarazo. Veamos un poco más sobre cada uno.
Despido por discriminación
Este tipo de despido infundado puede darse por diferentes motivos. La más común es por raza, pero el género es igualmente una razón de peso por la que un jefe llegaría a despedir a un trabajador.
La religión es otro de los factores que influyen en la decisión de los patrones que despiden de manera injustificada. Es decir, algunas creencias suelen pensar de una manera distinta a otras, lo que genera cierto roce o conflicto. Sin embargo, ninguno de los factores antes mencionados es motivo suficiente para que el jefe rompa contrato con el empleado.
Despido injustificado por represalia
Las disputas dentro del trabajo a veces son inevitables. Pero, esto forma parte del día a día, y siempre nos encontraremos en conflicto con ideas que no son iguales a las nuestras. Con un poco de comunicación y calma se puede resolver la situación y continuar con las labores.
Aunque, existen casos en el que vemos al jefe realizando acciones que no son propias o que pueden estar en contra de lo que está bien desde lo moral. En dado caso, un empleado estará en la obligación de denunciar la situación.
Entonces, si el jefe no es removido de su puesto, es posible que se vea impulsado a “vengarse” de las acciones de dicho empleado por medio del despido injustificado. Es a lo que se le conoce como un despido por represalia. En pocas palabras, el patrón se desquita contigo por haber denunciado un comportamiento o acción inapropiada de su parte.
Despido por falta de salarios o prestaciones
Un patrón sin dinero para pagar a sus trabajadores sus sueldos y prestaciones puede verse tentado a despedir a algunos de ellos para ajustar las cuentas. Esto, ante la ley, es injustificable, es decir, es una falta que el jefe o la empresa no pueden cometer hacia sus empleados, que estarían en todo su derecho de reclamar.
Despido por embarazo o por lactancia
Por ley, las mujeres gozan de ciertos derechos cuando se encuentran embarazadas o están lactando a su hijo. Algunos patrones pueden ver esto como algo poco productivo o provechoso, ya que la empleada aún gozaría de su sueldo y beneficios dentro de la empresa, como lo dicta la ley. El despido que se provoca por estos hechos se le conoce como despido infundado por embarazo o lactancia.
Diferencia entre despido injustificado y despido justificado
Además del despido injustificado o la ruptura de la relación entre el jefe y el empleado por una razón nada válida, también está el despido justificado. Ambas entran dentro de la categoría de lo que es un despido, y cada una tiene sus propias características.
Ya se aclaró que el despido infundado ocurre cuando el patrón te despidió sin una razón verdadera. Sin embargo, están aquellos casos en que se puede ser dado de baja justamente. A esto se le conoce como despido justificado.
¿Cuáles son las causas de un despido justificado?
Las causas que pueden llevar a la empresa a despedir a uno o más empleados de manera justificada son las siguientes:
- Según nos dice la Ley Federal del Trabajo, un empleador puede despedir a un empleado si este no tiene la capacidad física y mental para cumplir sus tareas.
- Si la conducta del trabajador causa algún daño a la empresa o a sus compañeros.
- Si el trabajador no cumple con sus obligaciones, o bien, si deja de escuchar las exigencias razonables de su jefe.
- Llegar tarde o faltar en repetidas ocasiones sin una excusa válida.
¿Se puede demandar el despido injustificado?
Si has sido despedido por una razón que no es legal o válida, entonces es posible demandar al empleador, ya sea tu jefe directo o a la misma empresa. Entonces, si tu exigencia ante las autoridades es correcta, tienes dos posibles opciones:
- Pedir que seas reinstalado en tu posición de trabajo: Puede que te sientas a gusto con tus labores y quieras continuar en tu puesto.
- Exigir un pago de indemnización: Por el contrario, te sientes atacado y nada a gusto con la actitud que ha tenido el patrón hacia ti. En pocas palabras, buscas que la empresa te recompense o se “disculpe” por el mal trato y la poca honestidad durante tu despido injustificado en forma de un pago.
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